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Viaje a Italia ¡Estrenando el euromobe®!
Nuestro amigo el viajero ha sido de los primeros en adquirir su euromobe® y ni tiempo le ha dado para salir a probarlo. Acaba de llegar del sur italiano, pasando por la Costa Azul.
Nos dice que hasta se ha sacado el carnet de conducir italiano, ¿a qué se referirá? Es un viaje muy divertido que queremos compartir con vosotros para daros ideas de cómo puedes planificar tus vacaciones. Os dejamos con el día a día de nuestro amigo:
Ni tiempo le he dado al euromobe®. Fue instalarlo en el coche y salir a la carretera. No era por probarlo, ya que estaba convencido que de que iba a funcionar muy bien. Destino: Santa María de Leuca, en el tacón de la bota de Italia. Tiempo de viaje: 10 días (ida y vuelta). Chupado.
Tienes mil posibilidades. Es verdad que los peajes pueden salir un poco caros (unos 700€ ida y vuelta), pero si lo haces en vacaciones, el tiempo que ahorras en los atascos es fundamental, sobre todo para no cansarte mucho. Y además, quién ha dicho que las cosas son gratis.
Os cuento por si os sirve de inspiración para que hagáis algo parecido. Aunque parezca que es un palizón de coche, que lo es, ten en cuenta que si te gusta conducir, vas a disfrutar una barbaridad.
Día 1: Madrid-Martigues (1.066 km, 10-12 horas)
Martigues
Es un viaje de algo más de 1.000 km, pero te quitas mucho de golpe. Además, Martigues es un pueblecito fantástico en el que te encuentras a gente encantadora. Lo Llaman la pequeña Venecia francesa. Ya veréis por qué. Además, tiene un restaurante en el que se come muy bien y con un precio muy bueno (Le Bouchon a la Mer, 19 quai Lucien Toulmond). La oferta hotelera también es amplia.
Día 2: Martigues-Florencia (639 km, 6-7 horas)
El viaje es espectacular. Conduces por la Costa Azul y la ventaja de ir en coche es que puedes parar en el momento que quieras. Tienes los más conocidos como Niza, Cannes, Sanremo Montecarlo… pero parar en Ventimiglia es increíble. Eso sí, hazlo antes de que den las 14:00, ya que los restaurantes los cierran y no te dan de comer.
Playa del Adriático
Vuelta a la carretera para llegar al destino. Puedes cambiar Florencia por Bolonia y bajar hasta Sta. María de Leuca por el Adriático y hacer el regreso por el Mediterráneo, pero os cuento el que hice. Allí (en Florencia) tienes dos opciones: o te quedas varios días para visitarla entera alargando el viaje o saber que va a seguir allí, que no se va a mover y disfrutar del tiempo que estás allí haciendo una visita breve y evitar las aglomeraciones que hay en cada uno de los museos. ¡La gente hace cola detrás una estatua para hacerle una foto! Además, soy de los que piensan que es mejor mirar con tus propios ojos que con los de una lente. Ojo, si vas en verano, hidrátate bien. El calor y la humedad del río pueden dejarte hecho una pasa.
Si os digo la verdad no puedo recomendar nada, ya que hasta las esquinas son bonitas…
Día 3: Florencia-Bari (676 km, 7 horas)
El último palizón de coche antes del regreso. Ya os dije que la hice por el interior dirección Roma, pasando por Benevento y dirección a Bari. Las opciones que hay son ilimitadas. Lo que hice fue ir a un pueblo encantador llamado Gravina in Puglia. Es un pueblo histórico con muchas cosas que ver.
Días 4, 5 y 6:
Ruinas de Pompeya
Son tres días en los que puedes visitar mil cosas y sitios: lo primero que hice fue sacarme el carnet de conducir italiano. Ellos tienen otro… Su forma de conducir es… cómo decirlo: muy particular. Nos lanzamos a visitar las ruinas de Pompeya. Increíble. Es muy recomendable. Y de allí a Nápoles. Es como otro mundo dentro de la conducción. Llegas a la primera de las avenidas y paras en el semáforo. Y en cuestión de segundos ves que una avenida con tres carriles se convierte en una de ocho y las motos rellenan los huecos que encuentran. A partir de ahí, si eres capaz de mantener la sangre fría durante tu estancia en Napoles, a la salida te entregan el carnet de conducir italiano.
Ah, que no se te olvide ir a comer por la zona del puerto. La comida es fantástica, el trato igual y los edificios impresionantes.
Acercándonos a otro peaje. Evitamos el atasco gracias al euromobe®
Otro de los paseos es hasta Santa María de Leuca. Exactamente el tacón de la bota. La unión del Mediterráneo con el Adriático. Sólo por el hecho de estar en uno de los puntos estratégicos de Europa, vale la pena ir. Además, es un gusto tirarse al mar desde uno de los espigones que hay allí. El agua es cálida y trasparente.
Puedes hacer lo que quieras, porque puedes ver de todo. Se come muy bien y la gente allí es muy amable. Un día fuimos a Nápoles. No puedes perder la experiencia de conducir por allí, jejejeje. El puerto y el casco viejo son una chulada. Allí se come muy bien. Además, Pompeya es un sitio al que hay que ir sí o sí.
Más posibilidades: la península de Manfredonia. Simplemente espectacular. Además, el concepto que tienen de ir a la playa no es como en España. Es bastante más cómodo. La costa de Mattinata en una pasada. Para llegar hay que coger unos caminos que van en dirección a la playa. Aparcas allí mismo.
Otra ciudad que visitamos fue Lecce. Cerca tienes Gallipoli (una de las batallas más importantes de la 1ª Guerra Mundial…
Días 7 y 8: Regreso
Para el regreso, planificarlo como queráis, pero como decía, lo bonito es hacerlo por el Adriático, llegar hasta Venecia o pasar por Vicenza…
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