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Planes para Semana Santa: 4 destinos costeros

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Esta Semana Santa no te quedes en casa, te proponemos cuatro destinos costeros inolvidables.

El tiempo en Semana Santa es traicionero, ya lo sabemos. Como en Pagatelia no somos meteorólogos, no nos atrevemos a vaticinar si hará bueno para ir a la playa, pero sí te podemos recomendar cuatro viajes para las vacaciones de Semana Santa que están en la costa, pero que ofrecen mucho más que playa.

¿Que hace buen tiempo? Pues si quieres, agarras sombrilla, toallas y tupper con tortilla, y a tostarte y bañarte. ¿Que sale un día estilo Mordor? Pues seguro que tienes otro buen puñado de planes alternativos. Ahora bien, lo ideal sería un sol radiante y poder combinar todas las opciones disponibles. Por pedir que no quede.

¿Has visitado ya alguno de estos destinos? ¿Qué te han parecido? ¡Queremos tus sugerencias en los comentarios!

Costa Brava, Girona

En la Costa Brava tienes una escapada de Semana Santa perfecta. Si hace un día de esos de veraniegos, tienes a lo largo de todo el litoral, de Blanes a Portbou, playas y calas para aburrir. ¿Eres más de moverte por la naturaleza? Pues el parque natural Cabo de Creus o el de las marismas del Ampurdán están ahí. Por no hablar del Pirineo de Girona, a un paso, para disfrutar del senderismo o la bicicleta.

La zona también alberga el famoso triángulo Daliniano, para todos aquellos que quieran seguir los pasos del excéntrico pintor: el Teatro-Museo Dalí (Figueres), la Casa-Museo Salvador Dalí (Portlligat, Cadaqués), y la Casa-Museo Castillo Gala Dalí (Púbol, La Pera). Mucho arte. ¿Para reponer fuerzas? Casi nada: gamba de Palamós, arroz de Pals, anchoas de L’Escala o el archiconocido pa amb tomàquet. Y si ya te ves boyante, puedes pasarte por el Celler de Can Roca. Sólo es el mejor restaurante del mundo.

Además, lo tienes facilísimo para llegar a Girona con tu teletac Pagatelia.

 

 

Rías Baixas, A Coruña y Pontevedra

Semana Santa Planes Vacaciones Costa

Imagínate una línea recta. ¿Ya? Pues la costa gallega es absolutamente todo lo contrario: entra, sale, gira, se retuerce, sale de nuevo y vuelta a empezar. Las Rías Baixas, entre A Coruña y Pontevedra, son el perfecto ejemplo de ello. Como plan de Semana Santa es ideal: Si te hace bueno, seguro que encuentras una playa en la que rebozarte bien de arena y sacar al primitivo que llevas dentro. Y si no, puedes visitar vestigios de los primitivos de hace años, porque hay bastantes restos prehistóricos por la zona, por ejemplo, en la península de O Morrazo: los petroglifos de Morgor (Marín), el dolmen de Chan de Arquiña (Moaña) o el santuario del dios Berobreo en O Facho (Cangas).

Espera, ¿no te olvidas de algo? ¡Pues claro! El marisco, producto por excelencia de las Rías Baixas. Si te gusta, puedes meterte de lleno en el mundo de la pesca y la navegación porque hay bastantes actividades de turismo marinero y relacionadas con el marisco. Claro que también puedes comértelo regado de buen albariño.

 

 

Costa de la luz, Huelva y Cádiz

Tienes todos los tópicos en la cabeza: playas largas de arena fina, muchachos haciendo windsurf o pasando el día con guitarras y malabares, ambiente juvenil… sí, esta es la Costa de la luz, en Huelva y Cádiz, pero es mucho más. Es cierto que tienen fama de ser de las mejores playas de España y Europa, todas desde Ayamonte a Tarifa. También es cierto que es uno de los destinos turísticos más populares de los últimos años. Pero quizá como viaje de Semana Santa pueda adquirir otro carácter distinto al verano.

Si lo que quieres es descansar, nada mejor que este viaje. El parque nacional y natural de Doñana, reserva de la biosfera y patrimonio de la humanidad, es una visita obligada. Por ejemplo, más de 300 especies de aves pasan al año por allí, y muchas otras lo habitan, como el lince ibérico. Además, puedes dedicarte a descubrir y caminar los pueblos con encanto de la costa de Cádiz, como Sanlúcar de Barrameda, El Puerto de Santa María o Conil de la Frontera. Lo que se dice un gran plan de Semana Santa.

 

 

Lisboa, Portugal

Vale, Lisboa no está exactamente en la costa del océano Atlántico, sino en la desembocadura del Tajo, pero lo tiene a tiro de piedra. A su oeste tiene algunas de las playas más populares, como la de Carcavelos, Estoril o Cascais, y hacia el sur, cruzando el famoso puente 25 de Abril, está la costa de Caparica. Claro, que ya que has cruzado la frontera al país vecino, aprovecha y visita su capital, ¿no?

Lisboa es una ciudad especial. Tiene una belleza única, a veces por lo excepcional y otras por lo decadente. Lo que desde luego no le falta es un ambiente inigualable: piérdete andando por los barrios de Chiado, Bairro Alto o Alfama, como buen lisboeta de pro, y a cada vuelta de esquina te toparás con ese callejón encantador, una café pintoresco o esa casa medio en ruinas pero llena de vida y color. Así es Lisboa, un tentador destino de vacaciones de Semana Santa.

¿La manera más fácil de llegar a Lisboa?

Con nuestro via t para peajes en Portugal, claro.